Herculis saxoniae patavini in patrio gymnasio medicinae

Herculis saxoniae patavini in patrio gymnasio medicinae, practicae quondam proferroris celeberrimi. Opera Practica quibus hac nona editione accesserunt quae pagina versa indicature

Patavii, Ex typographia Matthaei de Cadorinis. 1681. [34 x 24 cm]. VI, 572, p. ; Fol. Buen estado. Obra completa. Papel verjurado. Hojas limpias. Buen impresor. Solo algo de óxido y pequeñas manchas de humedad en pocas hojas (márgenes superior e inferior). algún corte y laguna esporádica (una en portada). Bonitas cabeceras y cul-de-lamp grabados. Marca tipográfica en portada. Texto a dos columnas. Encuadernación original en pergamino de época con título rotulado en lomo, en buen estado.

Libro raro y escaso en comercio, no aparece en Palau ni en el CCPB para esta edición.

El Autor:

Ercole Sassonia o Hercules Saxonia y Hercules Saxonia Patauinus nació en Padua en 1551 y murió allí el 20 de agosto de 1607, es un médico italiano. Fue uno de los grandes clínicos italianos del Renacimiento. Recibió su formación en su ciudad natal, donde obtuvo su título de médico. En 1590 se convirtió en profesor de medicina práctica en la Universidad de Padua. Prestigioso profesor y clínico famoso y célebre, fue invitado a Viena por el emperador Maximiliano II y permaneció en su corte. Sus contribuciones científicas más importantes están relacionadas con la semiótica, las enfermedades venéreas y las enfermedades de la piel.

La Obra:

Precisamente en esta obra trata esos temas: fiebres, melancolía, Lue venérea (sífilis), sobre el pulso (latido), la orina, sobre la Plica polaca (enfermedad del cabello), putrefacción y sobre las “fiebres pestilentes”, en lo que en la práctica es una recopilación de sus mejores trabajos.

Todos los capítulos presentan la totalidad del conocimiento médico sobre cada tema, con referencia a sus predecesores desde Galeno en adelante, con numerosos tratamientos para cada enfermedad que se dan con prescripciones muy completas, con varios tipos de tratamiento.

La plica polaca es lo más interesante y reseñable de esta magnífica obra. Es un completo tratado que recoge desde su historia, orígenes, causas, descripción, etc. y distingue entre plicas benignas y malignas y de como tratar estas últimas con distintos métodos.

Por lo general, la plica polaca se produce por una falta de cuidado del cabello. El cabello que no es peinado se apelotona y anuda, formando una masa informe, olorosa y compacta o pegajosa. La plica polaca fue bastante común cuando el cabello era desatendido. Por lo general afectaba a los campesinos, pero no era raro observar casos en las clases sociales altas. La persona más notable que se dice que sufrió de esta enfermedad fue el rey Cristián IV de Dinamarca (1577–1648). Se dice que sus cortesanos adoptaron este estilo de peinado para adular al rey.

De la mano de las supersticiones, la plica polaca se convirtió en un elemento relativamente común en Polonia, de donde proviene su nombre. En forma similar, en alemán es denominada Weichselzopf, o plica del Vístula, en referencia al río que corre por Polonia. Inicialmente, la plica era considerada una especie de amuleto, que se creía daba buena salud. Por esta razón, las personas no solo dejaban que se desarrollara, sino que hasta promovían su crecimiento. Por ejemplo, era común el embadurnar el pelo con grasa y usar gorros de lana aún en verano.

A comienzos del siglo XVIII la gente comenzó a creer que las plicas eran un síntoma externo de una enfermedad que afectaba el interior de las personas. Se creía que una plica permitía conducir la enfermedad hacia “afuera” del cuerpo, y, por lo tanto, raras veces era cortada; además, la creencia de que una plica que había sido cortada podía “vengarse” y producir una enfermedad aún más terrible desalentaba a algunas personas a “atacarla”. Se creía que si se lanzaba un conjuro mágico sobre alguien se podía hacer que esa persona desarrollara una plica polaca, por lo tanto, en inglés a veces se la denominaba “elflock” (rizos de elfo).

Estas creencias estaban tan difundidas y enraizadas que muchas personas vivían toda su existencia con una plica polaca. Una plica podía a veces crecer hasta alcanzar una longitud de hasta 80 cm. Las plicas polacas podían asumir varias formas, que iban desde una bola de pelos a una larga coleta. Se llegó al extremo de categorizar las plicas en formas bastante refinadas; había plicas “masculinas” y “femeninas”, “internas” y “externas”, “nobles” y “falsas” y “apropiadas” y “parásitas”. Es un apartado ciertamente curioso visto con los ojos de hoy.

Sobre la orina (Urinus):

A destacar la técnica de la uroscopia, es decir, el estudio visual de las características de la orina, que fue progresivamente hipertrofiada y sobreutilizada en la Escuela de Salerno (Italia) (800-1400), y defendida por Hércules, que consideraba su utilidad basándose en que los cambios en la mezcla de los líquidos corporales (“humores”) se reflejarían en los cambios de color, turbidez y la presencia de sedimentos en la orina. Este cambio del estudio de la orina en vez del examen del pulso, el mayor signo de valor diagnóstico de la Medicina Griega y Romana, fue el reflejo de la influencia de la Medicina Árabe. Es preciso recordar que en la segunda mitad del siglo XVII, tres italianos -Marcello Malpighi (1628-1694), Lorenzo Bellini (1643-1704) y Giovanni Baptista Morgagni (1681-1771) aportaron el conocimiento histológico fundamental para comprender el funcionamiento renal.